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D. ALEJANDRO ARBOLEDA MONTES, AUTOR DE LA PINTURA ILUSTRATIVA DE LA PAPELETA DE SITIO 2017
En un año tan festejado en la Hermandad de las Aguas, de la que no soy miembro contable pero sí de corazón, me ofrecieron el enorme prestigio de pintar la que va a ser la papeleta de sitio que todo hermano llevará cerca de su medalla el próximo Lunes Santo.
Siendo una efeméride tan especial y con motivo de ésta, quise, por medio de la acuarela, representar lo que creo que significa esta dolorosa para su hermandad.
La Virgen se encuentra en primer plano, realizada de forma más realista, actual, aunque buscando tonalidades suaves por la niñez que Ella emana. Tanto el paso de misterio como la Iglesia de San Bartolomé, se encuentran en segundo y tercer plano, utilizando la acuarela de forma más etérea y casi inconsistente, buscando más la mancha que la definición. Se trata de recuerdos, fotografías antiguas que rememoran eventos importantes en nuestra vida, gastadas con los años.
La Iglesia de San Bartolomé, tiene su importancia en la historia de María Santísima de Guadalupe: es el lugar donde la Hermandad la vio nacer, donde se bendijo y desde la que realizó su primera salida procesional.
La elección de la técnica a emplear, para mí era más que evidente. La acuarela es mi técnica predilecta, pero lo más importante, el medio que se utiliza para vehicular los pigmentos es el agua, siendo un elemento muy significativo para esta hermandad, Las Aguas.
Encontramos a Guadalupe de perfil ya que, aunque es la evidente protagonista de la obra, dirige su mirada al Cristo de las Aguas, redirigiendo nuestra atención hacia el verdadero primer plano, Él. De modo que Ella se convierte en nuestro “medio”, nuestro “vehículo” para llegar a Dios, el Manantial del que mana el Agua. Nos muestra a Cristo, el auténtico cimiento, comparándose en el cuadro a la firmeza y solidez que transmite el campanario de San Bartolomé.
Además, de nuevo encontramos esa redirección de Cristo hacia la Virgen, en este caso hacia Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor. Por tanto, existe un equilibrio entre las figuras que aparecen, construyéndose entre ellas unas diagonales que se comunican entre sí.
Las tonalidades empleadas en toda la obra, tienden más a los colores azules y violáceos, representando de nuevo el color al que asociamos el agua, y el color que representa a la Hermandad.
Quisiera agradecer a la Junta de Gobierno de la Hermandad de las Aguas, haberme dado la oportunidad de emplear mi arte y compartirlo con todos los Hermanos, amigos y familiares que se incluyen en esta humilde y gran fraternidad.
Alejandro Arboleda Montes.